23 abril 2009

RESULTADOS DE LA CUMBRE


La Cumbre de las Américas terminó con mayores logros que los esperados, pero sin declaración conjunta, cuando los Jefes de Estado decidieron no rubricar el documento final por falta de un consenso general.

Sin embargo, la apertura, cordialidad e interacción del Presidente Barack Obama con sus homólogos latinoamericanos ha generado grandes simpatías en nuestro continente, abriendo la esperanza de una nueva era en las relaciones con Estados Unidos.

La franqueza con que se dirigió el Presidente Obama, en los temas más controversiales, como el caso cubano, fue novedoso, en la medida en que mostraba su disposición para establecer conversaciones serias con Cuba -las primeras de un Jefe de Estado norteamericano en más de 50 años- , y que no se queden en simples argumentaciones, para realmente dirimir las diferencias existentes.

Hemos visto esa gran disposición al diálogo, que ha ido más lejos, con la flexibilización de las medidas restrictivas contra Cuba del Presidente norteamericano, pero al mismo tiempo que reconocía la necesidad de ese acercamiento franco, reclamaba que también se tenía que conversar a sobre otros “temas, como los de los prisioneros políticos, libertad de expresión y democracia”, los cuales entendía que no se podían dejar de lado.

Con un espíritu constructivo y de respeto mutuos los Jefes de Estado establecieron sus posturas sobre los diversos puntos de agenda, llegándose a acuerdos parciales y en algunos casos bilaterales para zanjar una situación determinada.

Para la no suscripción de la declaración general, la cual fue delegada como una cortesía al Primer Ministro de Trinidad & Tobago, Patrick Manning, para que firmara el documento final con el mandato de todos los líderes presentes, se ha argumentado que no aparecía en lugar alguno la cuestión cubana, la escasa presencia en el documento de soluciones a la crisis económica mundial e incluso discusiones sobre el estatus de “estados democráticos” o no de algunas de las naciones participantes.

Algunos países como Venezuela, Bolivia, Honduras y Nicaragua, -todos pertenecientes a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA)-, así como Argentina y Brasil, habían acordado no firmar la declaración final por la carencia de posición sobre el embargo a Cuba y su posible reinserción la Organización de Estados Americanos (OEA), en la cual está excluida desde 1962.

Indudablemente esta cumbre ha arcado el inicio de una nueva relación entre América Latina y El Caribe con Estados Unidos de América.