12 junio 2008

INFLACIÓN GLOBAL

La situación de crisis alimentaria que se ha estado pregonando por todo el mundo ha llevado a que muchas naciones acaparen alimentos para prevenir un desabastecimiento general, lo que ha generado un preocupante proceso de inflación global.

Esta aceleración de la inflación ha tomado desprevenidos a los más grandes mercados del mundo, incluso el FMI en su último informe sobre las perspectivas de la economía mundial pronosticaba que durante este año 2008 se produciría una reducción de la inflación mundial de 4.8% a 4.0%, pero el alza de los precios de los alimentos en la mayoría de los países ha dado al traste con tan halagüeño diagnóstico.

En la búsqueda de las razones de esta subida de precios estrepitosa, y las consecuencias -hasta letales para la humanidad- de ese acaparamiento del que más tiene, la especulación en la venta de alimentos, el posible desabastecimiento general y una proyectada hambruna en las naciones más empobrecidas del planeta, desde la Cumbre de la FAO, hasta el propio Congreso de los Estados Unidos han estado desplegando esfuerzos unos para prevenir un fuerte impacto de la crisis, y otros en el análisis del papel de la especulación en esta alza general.

Uno de los casos más impresionantes es el de China, que ha tenido un alza de los precios de alimentos de un 24%, disparando la inflación en lo que va del año de 2.2% a 8.9%. En China se ha dado la proporcionalidad de que la tasa de demanda de alimentos va acompañada de su tasa de crecimiento poblacional.

Ya el presidente Leonel Fernández en su discurso en la Cumbre de la FAO también propuso que la ONU se dispusiera con carácter de emergencia a estructurar un plan de seguridad global, que permita a las naciones del mundo enfrentar la crisis global e ir en auxilio de los más necesitados.

Definitivamente, estamos viviendo difíciles momentos en la humanidad, que presagian graves problemas en todos los órdenes, concatenados de forma tal, que bien se podría aplicar sobre todo en la mayoría de los países de África, muchos de Asia y algunos de América Latina, una especie de "teoría del dominó", pero en vez de aplicarlas a las ideologías, adaptarla al estado de crisis que va tumbando pieza a pieza y afectando nación en nación. Tenemos de frente el reto de salvar la humanidad.