27 marzo 2008

PETROCARIBE

En la medida en que los precios del petróleo iniciaban su escala alcista a mediados del 2004 y teniendo en cuenta la grave situación económica que se estaba presentando en muchas de las naciones de América Latina y el Caribe, por los excesivos costos de la factura del crudo, adicionado al alto precio que cobraban los buques que transportaban el carburante, surgió como una respuesta Petrocaribe.

Ante este panorama, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, propone una alianza en materia petrolera con el objetivo de que los países vecinos puedan adquirir el petróleo venezolano en condiciones de pago preferencial y sin intermediaciones.

Este acuerdo ha pasado a ser una herramienta de la política exterior venezolana -en una situación actual en que el petróleo ha llegado a más de 104 dólares el barril- que garantiza en términos justos y sostenibles el necesario suministro energético, ya que el acuerdo permite que las naciones aliadas compren hasta 185.000 barriles de petróleo por día.

Los estados beneficiarios -entre los que se encuentra la República Dominicana- cancelan su factura petrolera con productos, con 2 años de gracia, y una extensión del período de pago entre 17 a 25 años, y si el precio del barril supera los 40 dólares, como actualmente sucede, la tasa de interés es de sólo un 1%. Son 17 los miembros del acuerdo: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, R.D., San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela.

Con este esquema Venezuela ha impulsado el replanteamiento geopolítico del tema energético y su uso de manera cooperativa y solidaria con los países más pobres de la región, un hecho altamente loable y positivo para nuestros países al dar cierto alivio a las economías del área.

Esta alianza ha permitido que países subdesarrollados, como el nuestro, puedan tener algunas ventajas para maniobrar, ya que junto al fuerte incremento en el valor del crudo se ha depreciado el dólar, situaciones que impactan a pequeñas y dependientes economías como las nuestras.

Indudablemente, que para nuestro país ha significado un instrumento eficaz para hacer frente a los altos precios que afectan a los hidrocarburos, teniendo la garantía del suministro necesario de carburantes con un financiamiento que nos permite afrontar con más holgura los compromisos internacionales del país.