07 febrero 2008

NUEVA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Las cumbres sobre los problemas climáticos fueron iniciadas por los ecologista; ahora tienen un componente económico y geopolítico, ya que el nivel de reducción de emisiones que recomiendan los científicos obligaría a reducir drásticamente los combustibles fósiles que mueven la economía del mundo.

Alcanzar esta meta no será fácil ni de forma gratuita, esto significa practicamente una nueva revolución industrial que transforme los medios de producción, dónde el hombre genere energías alternativas que le permitan en un corto plazo sustituir los combustibles fósiles.


En Balí, Indonesia, en la Cumbre del Clima se generó una alerta sobre el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero, lo cual provocó que los 190 países acreditados suscribieran una renovación del Protocolo de Kyoto, asumiendo el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25% y un 40% en el 2020 respecto a 1990, para evitar que la temperatura suba más de 2,4 grados.

Incluso Estados Unidos, –el único país industrializado no firmante del protocolo de Kyoto- , se comprometió a preparar un plan propio cuyo objetivo es reducir la intensidad de sus emisiones en un 18% en 2012 respecto al año 2000.

En esta cumbre, los 40 países más industrializados del mundo: Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Cánadá y el G77, llegaron a ponerse de acuerdo sobre las reducciones, lo que refleja que la humanidad ha ido tomando conciencia de la emergencia en que estamos sumidos, por la carencia cada vez mayor de combustibles fósiles y los efectos del uso indiscriminado de estos para el medio ambiente.

En R.D. también hemos tenido en estos días 2 importantes seminarios: uno sobre energía alternativa, y el otro sobre medio ambiente, pero lo más trascendente es que se han presentando proyectos interesantes sobre la generación de energías alternativas.

Con asesoría brasileña se ha iniciado el proceso de convertir la caña de azúcar en biodiesel; con expertos españoles en energía aeloica; se está analizando la posible instalación de molinos de viento en San José de Ocoa y Baní; y se está tratando de reducir el costo del uso de paneles solares.

Mientras tanto el mundo se prepara para la firma del Protocolo de Kyoto II, con la esperanza de multiplicar los esfuerzos en la reducción de tantas emisiones que hacen peligrar la existencia de nuestro planeta, y por ende de la raza humana.