24 enero 2008

LOS 10 MANDAMIENTOS CHINOS

En China se está dando un fenómeno interesante, después de la revolución industrial, tecnológica y económica que se ha producido en esa nación.

Hace apenas unos días el gobierno chino publicó “los 10 mandamientos anticorrupción”, lo cual ha provocado una revolución moral en el ámbito público de esa nación.

Estas instrucciones a los funcionarios públicos se efectúan en la víspera del quinto aniversario de la llegada al poder de Hu Jintao, presidente de China, la reunión del Partido Comunista Chino y la celebración de los Juegos Olímpicos.

Los mandamientos son postulados elementales para el ejercicio de una administración pública sana, que todos conocemos por una lógica natural, pero que muchas veces los burócratas no se recuerdan que existen.

Por eso los chinos se lo han enviado a cada funcionario como recordatorio de cómo debe ser su accionar y para que no aleguen ignorancia.

Los 10 mandamientos son: 1. No aceptarás sobornos; 2. No difundirás rumores contra tus rivales; 3. No traficarás con influencias; 4. No harás regalos sin autorización; 5. No encubrirás actividades ilegales; 6. No celebrarás banquetes para ganar apoyos; 7. No utilizarás la intimidación y el engaño; 8. No favorecerás con puestos de trabajo a familiares y allegados; 9.
No distribuir "dinero, regalos o acciones de bolsa para comprar empleos gubernamentales"; y 10. No utilizar "cartas, octavillas, mensajes de móvil, grabaciones telefónicas, videos o Internet para vilipendiar”.

El presidente Hu Jintao, durante la sesión de apertura del XVII Congreso del Partido Comunista Chino, expresó que estaba en juego "el apoyo del pueblo al partido y que su supervivencia depende de que la corrupción sea castigada de forma resuelta y sea prevenida de forma efectiva, y es, por tanto, una tarea política trascendental".

En los últimos meses varios altos funcionarios han sido destituidos, encarcelados e incluso ejecutados por actos de corrupción.

Estas medidas han sido de gran trascendencia y deben servir de ejemplo a muchas naciones del mundo para salvaguardar el erario. Tener conciencia de que al Estado se debe ir a servir, y no a aprovecharse de él.

Estos 10 mandamientos deben ser reproducidos y enviados a los burócratas de todos nuestros países, con el simple objetivo de recordarles aquellas minucias que suelen olvidarse.