17 enero 2008

EL ESTATUS DE JERUSALÉN

Jerusalén, tierra santa para las 3 religiones monoteístas: el cristianismo, el islam y el judaísmo, ha sido el escenario de una histórica disputa por el dominio de su territorio, un punto prioritario de la agenda de negociaciones para impulsar la paz en el Medio Oriente.

Esta ciudad fue declarada por la ONU con el status de "Corpus Separatum" -entidad separada-, un concepto originado en la Res. 181 de la Asamblea General de la ONU de 1947, que establece que la ciudad debía quedar bajo un régimen internacional especial administrado por la ONU.

Esta resolución nunca fue acatada, ya que en 1948 se crea el Estado judío y asume como su capital la parte oeste de Jerusalén. En 1967, a raíz de la guerra de los 6 Días, Israel ocupó la parte Este de Jerusalén. En este momento ambos pueblos reclaman el derecho de que esta ciudad sea su capital, partiendo de posiciones antagónicas.

La postura israelí se sustenta en varios alegatos: 1.Que Jerusalén ha sido capital nacional sólo 2 veces: cuando los reinos bíblicos de Israel y Judea antes de la destrucción del Templo por los romanos (70 a.c.), y del moderno Estado de Israel a partir de su renacimiento en 1948; 2. Ninguna otra nación o estado que haya alcanzado soberanía política en la zona convirtió a Jerusalén en capital; y 3. A partir de 1967, los gobiernos israelíes han mantenido y declarado su política unificadora de Jerusalén, expresando que ésta es la eterna capital de Israel, una ciudad indivisa, bajo soberanía israelí, y garantizando el libre acceso a los lugares sagrados y la libertad de culto.

La postura palestina se fundamenta en 2 puntos esenciales: 1. La retirada de Israel de Jerusalén Este, la que sería la capital del nuevo Estado Palestino; y 2. El total desmantelamiento de los asentamientos judíos.

Estados Unidos está presionando a una negociación entre las partes, y ha establecido como punto de partida “que Israel debe terminar la ocupación de los territorios palestinos iniciada con la guerra de 1967, de manera que pueda crearse un Estado palestino independiente”, pero garantizándose la seguridad del pueblo judío.

Los refugiados palestinos, las actividades de los grupos radicales palestinos y el Muro de Cisjordania son otros puntos indispensables en la definición del estatus final de Jerusalén, que todo indica deberá ser fragmentada, para que la solución de este tema aparentemente irreconciliable sirva de zapata para edificar un acuerdo de paz duradero.